Hotel Mas Vinyals

“Me sentó mal la comida al ver la factura”

Estuvimos en Mas Vinyals el 15 y el 17 de noviembre de 2011 con una oferta de Lets Bonus. En la oferta entraban un obsequio de bienvenida, los desayunos y una visita guiada a la Vall fosca o a un sitio donde hacían quesos, pues bien, ni hubo obsequio de bienvenida y la visita guiada consitstía en que ellos te daban las indicaciones y los planos para que fueses tú por tu cuenta. La habitación era tan pequeña que la maleta la teníamos que poner encima del armario y el baño era muy pequeño. El primer día llovía y había niebla cuando llegamos y no nos quedó otro remedio que cenar allí ya que está un poco apartado de todo y hay un trozo de carretera sin asfaltar para llegar. Nos dijeron que el menú era de 25 euros por persona. Aunque no había posibilidad de elegir, la cena que consistía en un único plato estaba deliciosa, pero qué sorpresa cuando nos dan la factura al salir, resulta que el vino y el IVa iban a parte y no nos lo dijeron, en total la cena nos costó más de 70 euros por 2 personas... Después nos dijeron (tal como salía en la oferta de LetsBonus que cogimos) que el perro nos costaba 15 euros por día, pero resulta que luego también añadieron el IVA a parte..en fin, la estancia estuvo bien porque la atención era buena, pero a la salida cuando me dieron la factura me fui muy disgustada...Nos costó casi más la cena, llevar el perro y dos bocadillos que pedimos que la estancia de dos noches...En fin, un sitio al que no volveremos a ir a pesar de que tenía su encanto, pero es demasiado descarado el afán monetario.

“No fue del todo lo que esperábamos”

El entorno es lo mejor del Hotel, junto con el trato de los propietarios. Las buenas opiniones nos hicieron decidirnos por reservar en este hotel, pero no fue del todo lo que esperábamos. El jacuzzi fue una de las razones para reservar y al confirmar la reserva telefonicamente nos aseguraron que no habría ningún problema, cosa que no fue así por diversas razones que nos dieron: 1) al check in el chico nos dijo que sólo lo usaban en invierno y que en verano al no estar lleno el hotel no se ofrecía el servicio (el fin de semana que estuvimos estaba completo). 2) al check out la sra. nos dijo que por problemas técnicos el jacuzzi no estaba disponible. El desayuno es poco variado y empieza a servirse tarde, a las 9:30h de la mañana, cosa que te hace retrasar las actividades que tengas planeadas. Los dos días que estuvimos ofrecieron lo mismo para desayunar: pan tostado, mantequilla (poca), mermeladas (hechas por ellos, que después venden por 4? o 6? el tarro), colacao, leche, café, zumo de brick de naraja y piña, fruta (melocotones y uvas) y napolitana de chocolate. Unos amigos nos dijeron que había un menú de desgustación que valía la pena probar, pero cuando preguntamos por él nos dijeron que no había, que el menú era cerrado, no a la carta: ensalada de primero, canelones de segundo y postre, por 25?/persona. De todas formas el trato de la familia es muy agradable y atento, proponen rutas a hacer y aconsejan sitios que visitar. Referente a si vas con mascota, ésta disfrutará seguro. Tienen un par de perras muy simpáticas y juguetonas y mucho sitio alrededor del Hotel donde correr.

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