No respetó el precio que nos había dicho por teléfono; el precio de la web nos dijo que no era válido, por ser temporada alta, y nos dió otro precio. Al llegar allí nos quiso cobrar 200? más, que nos rebajó hasta 50? más. Nos dejó sin llaves, decía que nos las había dado, hasta que tras rebuscar, e insistir, nos reconoció que las había encontrado en su bolsillo. Aunque anunciaba wifi, no había, dijo que le salía cara. El jardín compartido, es casi imposible usarlo las 2 casas simultáneamente. En la de arriba, tienes la sensación de invadirlo, en la de abajo, pierdes cualquier intimidad cuando bajan los de arriba. Es un jardín estrecho y largo. La zona de juegos, es un barranco insalubre, sin luz ni agua. La caldera a veces no calienta, hay que esperar 1 hora para que empieze. En el piso de arriba, aunque se pusiera el termostato a cero, se encendía la calefacción, hasta que nos dimos cuenta, y cerramos la llave de cada radiador. El regadío del jardín, le pregunté a que hora era. Me dijo que de noche. La realidad es que lo abría a las 9 de la mañana, y hasta que no se secaba la hierba, hacia la una, no podías disfrutarlo.
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