Llegamos encantados por el paisaje hasta que conocimos a la dueña y el encanto se fue disipando!. Nos enseñó la casa prohibiéndonos cosas y diciendo que no funcionaban otras!. Todo lo que se anuncia en su página o no existe (wi-fi) o no funciona (jacuzzi, sauna, lavavajillas, ...). La limpieza brillaba por su ausencia en muchos sitios de la casa. Vino todas las mañanas ha hacernos una visita y la última nos trajo para desayunar pan duro en trozos en una bolsa de plástico y mantequilla, menudo desayuno, ni los perros comen eso!. Y el domingo nos echó de la casa a la 13 alegando que tenía que recoger y tenía mucha prisa. Tuvimos que irnos por no montar más escándalo porque la buena señora Soqui nos empezó a gritar, insultar y acusar de cosas que no habíamos hecho!. En fin, una casa que no recomendamos a nadie, eso sí el pueblo es precioso y tiene otras casas rurales que vimos con muy buena pinta y seguro sus dueños no están desequilibrados con esta señora
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