Los propietarios Judith y Xevi nos trataron muy bien: Amabilidad, atención, confianza y trato familiar. Tambien el resto del equipo tanto del hostal como del restaurante són magníficos profesionales. El hostal està en perfectas condiciones (parecía recien restaurado). La habitación limpia, con un balcón fantàstico que da a la cala y sin ningun obstáculo a la vista, con muchos detalles que dan crédito del savoir faire de sus propietarios (tv, cuna con moskitera, jabones de baño, climatizador, aguas y manzanas) el wc y la ducha amplios y prácticos. El restaurante muy recomendable. La imaginación del chef parece no tener límites y los platos que ofrecen són de una calidad superior. Nos os perdais el rape con musolina i con brocheta, las vieiras y el cordero....riquísimos! hacía tiempo que no degustábamos algo tan sabroso y fresco. Como íbamos con una niña de 1 año (que a las 9 ya dormía) no tubieron ningun problema para subirnos la cena cada noche a la habitación. Estos pequeños detalles, entre otros, hicieron que nuestra estancia fuera mucho más amena y confortable. La situación del hostal permite en muy poco tiempo, acceder a pueblos como Begur y otras calas cercanas y muy recomendables como aiguablava. Lo dicho, si buscais un lugar curioso, sin aglomeraciones ni ruidos, con unas vistas únicas y privilegiadas y con un trato excelente y familiar...hostal Sa tuna es la mejor opción. Un fuerte abrazo para Judith y Xevi (y el resto del equipo) de Alex, Esther y la pequeña Julia (els andorrans).
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